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El préstamo en la lista de espera.

Y has intentado de todo para hacer que yo de ti me enamore,
y me da tanta rabia que todo haya sido un intento fallido, 
¿qué más quisiera yo que poder enamorarme de ti?
Quisiera poderte querer tanto hasta llegar al punto de la dependencia, 
me gustaría abrir mi cabeza de tonta 
y conectar los cables que van directo a mi corazón 
para que le puedan llegar las chispas de felicidad que tu le emanas.
Quisiera poder tenerte sin sentir que te hago daño, 
y aunque ahora no sea nuestro momento, 
espero que nuestro préstamo siga en la lista de espera 
y que se dé en el momento adecuado. 
Por ahora sólo me queda agradecerle 
al tiempo, al destino, a Dios o a quien mierda sea 
que esté encargado de haber juntado nuestros caminos, 
porque hay que ser estúpido para no reconocer 
que nuestra tontería fue la mejor tontería 
y que nuestro préstamo fue el mejor préstamo. 

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2018

Tuve que matar a la fuerza este amor  tan puro que tenía por ti, tuve que matar a la fuerza este amor para que con otra tú intentes ser feliz; no engañes a la razón amor, no finjas tus abrazos y tus besos, no le mientas a tus caricias,  ellas notarán que no tocas la misma piel,  que no la tocas con el mismo amor, que me extrañas y no sabes ya querer,  pero tuve que matar a la fuerza este amor por tu necedad  de querer  poner a alguien más,  tuve que matar a la fuerza este amor  porque ese fuego que yo sentía por ti nadie era capaz de apagar. 

Tú.

El tiempo pasa corriendo y a la vez no es tan ligero tu recuerdo me presiona el pecho, me estruja el corazón. Las lágrimas caen por mis ojos como si de agua hervida para café se tratase, café dulce de tus ojos disueltos en lágrimas nublando mis pupilas, amargos y deliciosos a la vez. Amor amor, quién diría que terminaríamos así, dejando que se congelen las raíces del corazón de la razón de la pasión y que pronto se congele toda la fuente de nuestro amor... es una verdad irrefutable que escribir de esto me parece patético pero aún así no lo dejo porque yo siempre me aferro al recuerdo de tus ojos dulces como la miel, a tu piel fresca y suave como la seda y a tu risa tan tierna, a tus "te amo" tan misteriosos, a ti calmándome después de haberme destrozado como si fueses tormenta.

La absurda idea de querer a alguien más.

Tienes esa mala costumbre  de llamar a todas como ya antes me has llamado a mí, y es que aunque busques una nueva forma de llamarles, no encontrarás ninguna porque todas las has usado conmigo ya,  y lamento decirte esto amor pero no hay forma en la que te puedas desprender de mí sin tenerme un poquito en cada de una de ellas.  Sé que quieres borrarme de ti  con la absurda idea de "querer" a alguien más, pero me llevas tan penetrada en tu piel  que con cada caricia que te hagan sabrás y recordarás que las mías eran mejores, tratarás de engañar a tu piel  con otras manos que te hacen horrores, y entonces entenderás que ya nada es igual y que aunque lo intentes una y mil veces más cariño mío                                                                        ...