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Ella.

¿Qué te diga algo de ella? 
Pues de su físico no te voy a hablar,
su belleza va mas allá de eso,
ella es luz, alegría, ternura,
ella es la motivación de mis días.

Tiene un corazón tan noble
que te sientes miserable ante sus ojos,
y sus ojos... 
por favor, no me pidas que te hable de sus ojos;
son sus ojos por los que muero
y le pido al cielo que nunca dejen de brillar.
Su voz me llena de paz.

con tan sólo hablarme ella me puede calmar, 
no hay nadie que quiera vivir más que ella,
sueña con alcanzar las estrellas 
pero no sabe que es una de ellas.

Su ternura endulza mis días amargos,
su ternura me hace menos humano y más como ella. 
Hay tantas cosas que podría decirte de ella
pero nada de eso basta
porque no hay mejor cosa que conocerla. 





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2018

Tuve que matar a la fuerza este amor  tan puro que tenía por ti, tuve que matar a la fuerza este amor para que con otra tú intentes ser feliz; no engañes a la razón amor, no finjas tus abrazos y tus besos, no le mientas a tus caricias,  ellas notarán que no tocas la misma piel,  que no la tocas con el mismo amor, que me extrañas y no sabes ya querer,  pero tuve que matar a la fuerza este amor por tu necedad  de querer  poner a alguien más,  tuve que matar a la fuerza este amor  porque ese fuego que yo sentía por ti nadie era capaz de apagar. 

Tú.

El tiempo pasa corriendo y a la vez no es tan ligero tu recuerdo me presiona el pecho, me estruja el corazón. Las lágrimas caen por mis ojos como si de agua hervida para café se tratase, café dulce de tus ojos disueltos en lágrimas nublando mis pupilas, amargos y deliciosos a la vez. Amor amor, quién diría que terminaríamos así, dejando que se congelen las raíces del corazón de la razón de la pasión y que pronto se congele toda la fuente de nuestro amor... es una verdad irrefutable que escribir de esto me parece patético pero aún así no lo dejo porque yo siempre me aferro al recuerdo de tus ojos dulces como la miel, a tu piel fresca y suave como la seda y a tu risa tan tierna, a tus "te amo" tan misteriosos, a ti calmándome después de haberme destrozado como si fueses tormenta.

La absurda idea de querer a alguien más.

Tienes esa mala costumbre  de llamar a todas como ya antes me has llamado a mí, y es que aunque busques una nueva forma de llamarles, no encontrarás ninguna porque todas las has usado conmigo ya,  y lamento decirte esto amor pero no hay forma en la que te puedas desprender de mí sin tenerme un poquito en cada de una de ellas.  Sé que quieres borrarme de ti  con la absurda idea de "querer" a alguien más, pero me llevas tan penetrada en tu piel  que con cada caricia que te hagan sabrás y recordarás que las mías eran mejores, tratarás de engañar a tu piel  con otras manos que te hacen horrores, y entonces entenderás que ya nada es igual y que aunque lo intentes una y mil veces más cariño mío                                                                        ...