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Con la tristeza en los ojos.

Ríe cada día pero no igual que ayer,
sueña todas las noches
pero esos sueños no le hacen bien,
¿has notado la tristeza en sus ojos?
si la conoces bien lo habrás hecho
y si no también, ella es como un libro abierto,
con páginas llenas de secretos


-Muchas veces los ojos son las ventanas del alma;

repetía ella sin cesar.

Cuando la miras a los ojos te esquiva la mirada,

tiene miedo de ser encontrada,
pues ya hubo alguien que le arrebató el corazón,
la dejó olvidada, triste y desorientada
con una falsa idea del amor.

En el oscuro de sus ojos 

se puede ver el reflejo de su cuerpo,
encharcado y arrugado como pasas
por sus lágrimas de dolor,
con los pedazos de su corazón roto flotando
y en sus manos lleva los recuerdos de aquel amor.

Muchas veces los ojos son las ventanas del alma.

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2018

Tuve que matar a la fuerza este amor  tan puro que tenía por ti, tuve que matar a la fuerza este amor para que con otra tú intentes ser feliz; no engañes a la razón amor, no finjas tus abrazos y tus besos, no le mientas a tus caricias,  ellas notarán que no tocas la misma piel,  que no la tocas con el mismo amor, que me extrañas y no sabes ya querer,  pero tuve que matar a la fuerza este amor por tu necedad  de querer  poner a alguien más,  tuve que matar a la fuerza este amor  porque ese fuego que yo sentía por ti nadie era capaz de apagar. 

Tú.

El tiempo pasa corriendo y a la vez no es tan ligero tu recuerdo me presiona el pecho, me estruja el corazón. Las lágrimas caen por mis ojos como si de agua hervida para café se tratase, café dulce de tus ojos disueltos en lágrimas nublando mis pupilas, amargos y deliciosos a la vez. Amor amor, quién diría que terminaríamos así, dejando que se congelen las raíces del corazón de la razón de la pasión y que pronto se congele toda la fuente de nuestro amor... es una verdad irrefutable que escribir de esto me parece patético pero aún así no lo dejo porque yo siempre me aferro al recuerdo de tus ojos dulces como la miel, a tu piel fresca y suave como la seda y a tu risa tan tierna, a tus "te amo" tan misteriosos, a ti calmándome después de haberme destrozado como si fueses tormenta.

La absurda idea de querer a alguien más.

Tienes esa mala costumbre  de llamar a todas como ya antes me has llamado a mí, y es que aunque busques una nueva forma de llamarles, no encontrarás ninguna porque todas las has usado conmigo ya,  y lamento decirte esto amor pero no hay forma en la que te puedas desprender de mí sin tenerme un poquito en cada de una de ellas.  Sé que quieres borrarme de ti  con la absurda idea de "querer" a alguien más, pero me llevas tan penetrada en tu piel  que con cada caricia que te hagan sabrás y recordarás que las mías eran mejores, tratarás de engañar a tu piel  con otras manos que te hacen horrores, y entonces entenderás que ya nada es igual y que aunque lo intentes una y mil veces más cariño mío                                                                        ...