Que estúpida fui al imaginar que era en mi en quien pensabas cuando escuchabas tus canciones, que ingenua fui al imaginar que volverías a mi, que volverías a sentir un poquito de amor por mi, que mentira más grande la que yo solita me vendí y me metí por los ojos y oídos, me regalé ilusiones, sueños, esperanza, mientras tú solamente deseabas que otra persona ocupara mi lugar. Cómo me pude atrever a pensar que era a mi a quien deseabas, a quien extrañabas pero sobre todo como pude pensar que era a mi a quien querías amar, ahora sólo tengo un millón de lágrimas que sacar y un poco más de besos por borrar.